Me gusta mucho esta pintura de Salvador Dalí, La persistencia de la memoria. Esta pintura me recuerda que todo momento tiene un final. El tiempo pasa y nunca vuelve. La vida, así como la memoria, es ineluctablemente efémera y hay que disfrutarla.
Es una pintura relajante porque parece que el tiempo se ha parado. El paisaje también es tranquilizador
y silencioso. Parece oponerse a la rapidez de la vida de hoy gracias al anochecer
que da un sentimiento de calma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario