martes, 5 de abril de 2016


Anécdota : 

Cuando estaba de Erasmus en Sevilla, vivía con dos chicas : Roberta, una chica italiana y Elisa, una chica de París.

Nos llevábamos muy bien pero Roberta, a pesar de ser muy maja, era muy torpe.

En diciembre, hacía muy frío en nuestro piso pero no teníamos calefacción central, lo único que teníamos para calentarnos eran radiadores eléctricos pero era muy peligroso dejarlos encendidos durante la noche, así que siempre los apagábamos antes de ir a dormir.

Sin embargo, una noche, a las dos,  me desperté de repente porque había un olor raro. Salí de mi habitación y me di cuenta de que el olor venía de la habitación de Roberta. En el piso, había una especie de nube negra y empecé a preocuparme. Entré en la habitación de Roberta y me di cuenta de que no sólo no había apagado el radiador sino que también había puesto una manta sobre este, lo que estaba prohibido. Menos mal que me di cuenta a tiempo de que algo raro estaba ocurriendo sino esta historia no sería una anécdota sino un drama.


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