lunes, 4 de abril de 2016

Diferencias culturales


El año pasado, fui al Gales de Erasmus. Un día, fui a Liverpool con amigas para ir de compras. Quería comprar un regalo para mi novio. Entonces, encontré algo y fui a la caja para pagar.

Como era un regalo, pregunté al vendedor si podía embalarlo. Me miró de manera muy rara. Entonces, pide otra vez si podía embalarlo. Al principio, pensaba que no había entendido porque no lo decía bien o porque no entendía mi acento. Pero cuando vi la cara del vendedor, entendió que no era algo que se podía pedir en Inglaterra y fue muy vergonzoso.

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